Juan Carlos Cordero comienza a desencajar a última (ultimísima) hora el puzle de fichajes del Zaragoza, completamente encallado por la incapacidad del equipo zaragozano en la rescisión de futbolistas.
Sin embargo, más vale tarde que nunca, pensarán en la capital aragonesa, que por fin ha visto como el nuevo director deportivo maño ha conseguido liberar una ficha. En concreto, se trata de la ficha de Petrovic, que abandona La Romareda en la ventana de invierno y por la puerta de atrás, tras un irregular año y medio como jugador del Real Zaragoza.
Esto supone un gran alivio para Cordero, pues el límite salarial ha impedido a su equipo poder acometer algunos fichajes, como el de Manu Vallejo, que finalmente se decantó por el Oviedo de Cervera.
La salida de Petrovic encarrila la llegada de Bebé
La rescisión del centrocampista serbio permite, ahora sí, que el Zaragoza pueda lanzarse en el último día del mercado de fichajes a por algún jugador que eleve el nivel de la plantilla blanquilla. Muy carente de capacidad goleadora (más, si cabe, con la nueva lesión de Iván Azón), la absoluta prioridad para el conjunto aragonés es la contratación de un delantero con gol.
Para ello, el Zaragoza ha puesto sus miras en la Primera División, donde hay un buen puñado de válidos delanteros que no cuentan con demasiados minutos en la categoría de oro. Uno de ellos es Bebé, delantero perteneciente a la disciplina del Rayo Vallecano, que no está contando con demasiados minutos y buscaría una salida para volver a sentirse importante. Pese a que el Rayo siempre ha sido una prioridad para el punta portugués, la opción zaragozana atrae mucho al jugador, al ser uno de los clubes más importantes de toda la Liga Smartbank.
Con todo de cara, Cordero tiene que trabajar a contrarreloj para poder hacer realidad la llegada de Bebe a Aragón.
