No hay ninguna duda de que Álvaro Cervera es la gran sensación en el balompié asturiano. El entrenador del Real Oviedo llegó al club carbayón a mediados del mes de octubre para reconducir la situación de un equipo que navegaba irremediablemente hacia el descenso de categoría. Y qué manera de reconducirla: 3 meses después, el Oviedo se encuentra en mitad de tabla, a medio camino ya entre la promoción y los puestos de la quema.
De hecho, los resultados del Oviedo de Cervera como local son absolutamente escandalosos: 6 victorias y 1 empate en 7 partidos… ¡con 0 goles recibidos! Cifras que dejan clara la gran labor del técnico cántabro al frente del conjunto azul. Con su renovación ya ‘casi’ encima de la mesa como asunto primordial, el equipo carbayón afronta este mercado de invierno con la intención de darle un plus a la plantilla para poder meterse en la pelea por el Play-Off, que hasta el momento se distancia en 6 puntos.
Dinamita para explotar la zona de ataque
Sabedor de su buen hacer y que Roberto Suárez, director deportivo oviedista, escuchará, como no podría ser de otra manera, sus peticiones, Álvaro Cervera le ha solicitado al directivo dos nombres concretos, destinados a mejorar la zona de ataque, que, en palabras del propio entrenador, “está un poco justa”.
Venía declarando Cervera en rueda de prensa que necesitaba un delantero rápido y gente en ataque que tuviese la capacidad de llevar el balón al área. De puertas para adentro, las peticiones son más concretas: Borja Garcés, delantero perteneciente a la disciplina del Atlético de Madrid (ahora mismo cedido en el CD Tenerife) y Manu Vallejo, extremo que ya tuviera durante su etapa en el Cádiz CF, al que conoce muy bien.
Con la situación de Garcés bastante encarrilada (pese a que Ramis, entrenador tinerfeño, cuenta con él), el fichaje de Vallejo se antoja bastante más complicado, pues hay varios clubes de Primera y Segunda División interesados en hacerse con los servicios del futbolista. No obstante, el hecho de tener a Álvaro como entrenador, puede resultar un factor diferencial.