De manera general, un jugador versátil es muy útil para un club. Pero en ocasiones esto puede ser tan bueno como malo pues algunos clubes no saben en dónde acomodar a los jugadores polivalentes y terminan echándolos a un lado. Esto es lo que estaría sucediendo con Lucas Ocampos en el Sevilla.
Grandes habilidades, y poco sitio
Las habilidades de Ocampos son innegables. Este tiene la capacidad de jugar en diferentes posiciones, lo que podría ser una ventaja, pero en este caso es un problema. Para Mendilibar la figura de Ocampos ha comenzado a desdibujarse pues no ha encontrado la manera de usarlo para sacarle provecho.
En esta temporada Ocampos ha sido alineado en la izquierda y en la derecha. En estas posiciones ha demostrado nivel, pero ha sido irregular. Y si a esto le sumamos la presencia de Lukebakio que también es versátil, pero destaca más en el flaco derecho y ha jugado un mejor papel, Ocampos ha quedado de lado.
La competencia es ruda
En ocasiones es mejor tener jugadores que jueguen en una sola posición que sean realmente buenos en ella, que tener a uno versátil que esté en la mitad de sus capacidades. Por ello es que Lamela y Suso son opciones preferentes para Mendilibar. Y aunque Ocampos tomó la decisión de no irse al Fulham, ahora puede que se esté arrepintiendo y piense en su salida.
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